¡Hola a todos! Soy Laura, y quiero compartir con ustedes una experiencia que cambió la vida de mi familia, especialmente la de mi papá, Carlos. Él, un hombre de 68 años, siempre ha sido el pilar de nuestra familia, lleno de energía y vitalidad. Sin embargo, con el paso del tiempo, notamos que algunas actividades cotidianas se le hacían más difíciles, y nuestras preocupaciones por su bienestar aumentaban.
Todo comenzó un domingo familiar. Estábamos reunidos en casa, disfrutando de un almuerzo delicioso preparado por mamá. Papá, como de costumbre, contaba sus anécdotas de juventud, haciéndonos reír a carcajadas. Pero ese día, noté que se llevaba la mano al pecho con cierta frecuencia y que su respiración se volvía pesada después de reír. Al preguntarle, restó importancia al asunto, diciendo que solo era cansancio.
Esa noche, mi hermano y yo conversamos sobre la necesidad de asegurar una atención médica adecuada para papá. Aunque él siempre ha sido reacio a los médicos, sabíamos que era momento de intervenir. Investigando opciones, encontramos el Seguro de Salud Mundial Silver de Seguros Mundial, diseñado específicamente para adultos mayores. Nos llamó la atención por sus amplias coberturas y beneficios enfocados en el bienestar integral.
Al día siguiente, decidimos hablar con papá. Como era de esperar, se mostró escéptico. "No necesito un seguro, estoy bien", decía. Sin embargo, después de explicarle los beneficios, como acceso a consultas médicas especializadas, telemedicina y atención domiciliaria, comenzó a considerar la idea. Lo que realmente lo convenció fue saber que podría tener atención médica sin largas esperas y en la comodidad de su hogar.
Una vez contratado el seguro, programamos una consulta médica para papá. El proceso fue sencillo y rápido. Un médico general lo visitó en casa, realizó una evaluación completa y ordenó algunos exámenes de rutina. Para nuestra tranquilidad, los resultados fueron positivos, aunque se le recomendó iniciar actividades lúdico - terapeúticas para fortelecer su cuerpo y mantener su vitalidad.
Gracias al Seguro de Salud Mundial Silver, papá comenzó sus sesiones sin contratiempos. Lo mejor de todo es que pudo explorar distintas actividades que le encantaron. Con el tiempo, notamos una mejoría notable en su estado físico y ánimo. Volvió a sus caminatas matutinas y, para nuestra sorpresa, se inscribió en clases de baile para adultos mayores, algo que siempre había querido hacer.
Además de las atenciones médicas, el seguro ofrece programas de bienestar y actividades recreativas. Papá comenzó a asistir a talleres de nutrición, donde aprendió a preparar comidas saludables. Incluso nos sorprendió con nuevas recetas en las reuniones familiares. También participó en grupos de lectura y manualidades, ampliando su círculo social y manteniéndose mentalmente activo.
Un aspecto que nos brindó mucha tranquilidad fue el servicio de telemedicina. En una ocasión, papá presentó un malestar estomacal durante la noche. Gracias a este servicio, pudimos contactar a un médico de inmediato, quien nos orientó y recetó el tratamiento adecuado sin necesidad de salir de casa.
La experiencia con el Seguro de Salud Mundial Silver no solo mejoró la calidad de vida de papá, sino que también nos unió más como familia. Saber que cuenta con atención médica de calidad y programas que lo mantienen activo nos da paz mental. Papá, por su parte, se siente más independiente y seguro, disfrutando plenamente de esta etapa de su vida.
Si tienen un ser querido en edad adulta, les recomiendo considerar este seguro. No solo ofrece coberturas médicas amplias, sino que también promueve el bienestar integral, permitiendo que nuestra familia y amigos vivan con plenitud y alegría.
¡Cuidemos a quienes siempre han cuidado de nosotros!